Cambiar el color de una marca consolidada: Riesgos y beneficios
Las marcas consolidadas poseen un poder enorme en la mente del consumidor. La identidad visual, y específicamente el color, juega un papel crucial en esta relación. El color de una marca está vinculado no solo a su reconocimiento, sino también a las emociones y percepciones que genera en su público. Por eso, cambiar el color de una marca ya establecida puede ser una decisión de gran impacto, tanto positiva como negativamente.
El valor emocional del color en una marca
El color es uno de los principales elementos que hacen que una marca sea memorable. Según estudios de marketing, el color puede aumentar el reconocimiento de una marca en un 80%. Es un elemento que conecta con las emociones, lo que significa que está profundamente ligado a la identidad que los consumidores asocian con una empresa.
Por ejemplo, el rojo es asociado con marcas como Coca-Cola, transmitiendo energía y pasión, mientras que el azul, como el utilizado por empresas tecnológicas como Facebook, está vinculado a la confianza y la seguridad. Cambiar este elemento fundamental de una marca consolidada puede generar confusión o incluso desconexión emocional con los clientes habituales.
Beneficios de un cambio de color
A pesar de los riesgos, cambiar el color de una marca puede tener sus beneficios cuando se hace correctamente. Algunas empresas optan por realizar cambios en su identidad visual como parte de una estrategia para modernizarse, adaptarse a nuevas audiencias o marcar un hito importante en su evolución.
Uno de los mayores beneficios de este tipo de cambio es la oportunidad de revitalizar una marca que, aunque bien establecida, puede parecer anticuada o poco relevante en comparación con los competidores. Un rediseño de color puede atraer la atención de una nueva generación de consumidores o reforzar el posicionamiento de la marca en un mercado competitivo.
Además, puede ser una buena oportunidad para comunicar una nueva fase en la historia de la empresa. Por ejemplo, empresas que cambian su enfoque hacia la sostenibilidad pueden adoptar colores como el verde para reflejar ese compromiso.
Riesgos de cambiar el color de una marca consolidada
Sin embargo, cambiar el color de una marca también tiene sus riesgos. Uno de los mayores peligros es alienar a la base de clientes leales que ya están acostumbrados a una cierta imagen de la marca. Un cambio radical en los colores puede causar una desconexión y generar dudas sobre la identidad de la empresa.
Otro riesgo es perder el reconocimiento inmediato que la marca ha logrado a lo largo del tiempo. Marcas icónicas como McDonald’s o Nike tienen una paleta de colores tan bien posicionada en la mente del consumidor que un cambio podría debilitar su identidad visual y reducir su presencia en el mercado.
Además, si el cambio de color no está alineado con los valores y la personalidad de la marca, puede generar confusión y afectar negativamente la percepción que los clientes tienen de la misma. En este sentido, la coherencia entre la identidad visual y los valores de la marca es fundamental para evitar este tipo de problemas.
¿Cuándo es el momento adecuado para cambiar el color de una marca?
Decidir si es el momento adecuado para cambiar el color de una marca requiere un análisis profundo de la situación. Algunos de los factores a considerar incluyen:
- Actualización de la imagen: Si la marca ha sufrido cambios importantes, como una reestructuración o un cambio de dirección, puede ser el momento de actualizar el color para reflejar esta nueva fase.
- Audiencia nueva: Si la empresa busca llegar a un público más joven o a un nuevo segmento de mercado, un cambio de color puede ayudar a atraer su atención.
- Cambio en el entorno competitivo: Si los competidores han modernizado sus identidades visuales, puede ser una oportunidad para diferenciarse con un nuevo enfoque de color.
En cualquier caso, es fundamental realizar pruebas con grupos focales y estudios de mercado antes de implementar un cambio de esta magnitud. La reacción de los clientes puede ser impredecible, y lo que parece una buena idea en el papel, podría no tener el mismo impacto positivo en la realidad.
Conclusión: ¿Arriesgarse o mantener la tradición?
Cambiar el color de una marca consolidada es una estrategia arriesgada que debe manejarse con mucho cuidado. Si bien puede ofrecer la oportunidad de renovar la imagen de la empresa y captar nuevas audiencias, también existe el riesgo de alienar a los clientes leales y perder reconocimiento en el mercado.
Por eso, es importante evaluar todos los aspectos antes de tomar una decisión. En Kiwitu, entendemos la importancia del branding y cómo un cambio bien planificado puede marcar la diferencia. Ya sea que estés considerando un cambio de color o un rediseño completo, podemos ayudarte a tomar decisiones estratégicas para fortalecer tu identidad visual.
Fuentes externas sobre branding y rediseño
Para profundizar en el tema del branding y el cambio de color en marcas consolidadas, te recomendamos consultar recursos como Expansión o Graffica, donde encontrarás más artículos y análisis sobre la gestión de marcas.
Comparte este Post en tus redes sociales con los siguientes Hashtags: #cambiodecolor, #marca, #imagencorporativa, #branding, #identidaddemarca, #rediseño, #estrategiademarca, #diseñográfico, #marketing, #fidelización